A orillas de la Ría de San Martín se construyó la Cantera de Cuchía que sustraía caliza desde 1925 hasta 2006.

La cantera fue rehabilitada con esmero rellenando y creando lagunas donde a día de hoy viven y se refugian miles de especies.

Existen varias especies a tener en cuenta por la necesidad imperativa de protección ya que están amenazadas, como la Ranita de San Antonio (hyla arborea), el Avetorillo Común (Ixobrychus minutus) o el Chorlitejo chico (Charadrius dubius) se esconden a anidar, a comer durante sus migraciones o directamente a vivir en un entorno perfecto para su subsistencia.

Por los alrededores se extienden extensos campos de espadañas y sauces donde se esconden los más tímidos. Para comenzar la ruta dejamos la furgo aparcada cerca de la Playa de Cuchía.

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Comenzamos subiendo hasta el Mirador de Cuchía y girando a la izquierda hacia la pared sur de la Cantera. Por momentos parece que la maleza y las espadañas cerrarán el camino, pero más adelante se abre dejando unas hermosas vistas de toda la cantera.

Después de superar esta parte saldremos a unas tuberías que cruzan por un lateral de la mina. Seguiremos el camino que los acompaña hasta encontrar una carretera a mano derecha por la que giraremos para volver a la cantera.

Tras descender hasta la Cantera de Cuchía podremos pasear por la orilla de la Ría, encontrándonos un pequeño puerto náutico hasta llegar a la punta de Marzán por donde sube un pequeño sendero desde donde podremos tener las mejores vistas de todo el entorno. Bajamos a la playa donde encontraremos varios lugares para tomar algo, comer y descansar.

Para volver decidimos volver a meternos de lleno en la cantera y visitar por fin esas lagunas que veíamos desde arriba, asique cruzamos la pasarela de madera y para adentro.

Desde las lagunas la verdad es que sin pérdida ninguna es lugar de disfrute de fotógrafos, amantes de las aves, personas de paseo con sus perros… Un lugar emocionante en diversos aspectos.

Curioseamos durante horas los mil rincones que tiene la Cantera de Cuchía y nos vamos con ganas de seguir investigando, salimos por el camino que nos llevará al mirador y de ahí al aparcamiento.

Espero que disfrutéis tanto como yo de este lugar.

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