Con los muebles me encontré con varios problemas. Primero los presupuestos que ascendían a 2500€ y segundo, ¿pagar tanto para algo que no cumpla mis gustos, caprichos y requisitos?

Teniendo estas dos cosas dando vueltas en la mente me decido por hacerlos personalmente con la máxima dedicación y cariño.

Existen varios materiales especiales para los muebles de una furgo. Muchos de ellos se van de precio como el contrachapado con melamina.

De todas formas, para mi gusto, la madera natural es la que mejor se ajusta a mi camperización por lo que me decanto por un contrachapado fenólico de abedul de diferentes espesores que iremos trabajando con diferentes capas de tapaporos y barnices.

Los espesores del material se diferenciarán por el peso que deban soportar, la cama y los arcones los mantengo en 1,8cm y hago ciertos agujeros con una corona para la ventilación.

La paredes de la torre también serán de 1,8cm ya que soportarán todos los elementos del sistema de agua y su vibración.

Para los demás muebles un 0,9cm serán más que suficientes. La preparación de este material es bastante sencilla aunque bien laboriosa.

Dos manos de tapaporos y otras dos de barniz con un lijado entre capas. Los bordes de los muebles, esquinas y uniones de dos o más tablas hay que lijarlas hasta rebajar 5mm curvando las esquinas.

Hay que admitir que lo más frustrante es la falta de rectitud en paredes y techo ya que prácticamente ningún mueble se puede montar con escuadra. Cada mueble a medida, milímetro a milímetro.

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