Otra de las joyas de Zamora, las Lagunas de Villafáfila, declaradas Reserva Natural en 2006, además cuenta con el reconocimiento europeo a través de la inclusión de este espacio en las Zonas Húmedas de Importancia Internacional.
Un lugar con una magia más que especial, un lugar donde perderse y divagar como pocas veces lo haya hecho..
Me pongo sentimental.
Ya he comentado varias veces que hay paisajes en los que se perdieron miradas que seguramente siga buscando durante años en sus horizontes. Pues en las Lagunas de Villafáfila se han perdido miradas, pero la única que busco en este lugar es la mía.
Una chica ENCANTADA que durante años ha visitado las Lagunas en los peores y mejores momentos de su vida… unas lagunas que retienen su crecer, que recuerdan y alientan sus “a veces” pocas ansias de luchar.
Una de las características de la Laguna, es que sus aguas son saladas debido que las aguas que lo formas discurren por terrenos arenosos y ricos en sales.
La mayor parte de los asentamientos que se han establecido a lo largo de la historia en el territorio de esta reserva natural, tienen su origen en el aprovechamiento de la sal.
Desde los primeros restos arqueológicos hallados, correspondientes a asentamientos calcolíticos y de la Edad de Bronce (3000 a 1700 a. C.), hasta nuestros días.
Entre los elementos arquitectónicos propios de la región, destacan los singulares y bellos palomares, que con su silueta enamoran a cualquiera que observe el uniforme paisaje estepario. Pero las lagunas tienen algo más que su particular belleza natural.
A orillas se encuentra nuestra pernocta y el precioso pueblo abandonado de Otero de Sariegos.
Un pueblo construido en barro y adobe, este material no es que sea muy bueno ante las inclemencias del tiempo por lo que, casi todas las construcciones que nos encontramos están en unas condiciones bastante deplorables aunque con esto aun me resulta mas encantado.
Abandonado por sus gentes en busca de una vida mejor, este pueblo fue perdiendo población desde los años 70 hasta quedar un par de vecinos que tuvieron que optar por unirse a Villafáfila y abandonar su pueblo, dejando por siempre las chimeneas sin humo, las calles vacías y un mundo perfecto para las aves silvestres que a día de hoy se han apoderado de este maravilloso paisaje.
Los caminos del pueblo eran de tierra hasta hace unos años en los que la zona se empezó a cuidar para facilitar el acceso a los turistas que quieran visitar los varios observatorios de aves de la laguna.
Como siempre coordenadas y punto al mapa. Disfrutad y enamoraros de uno de los paisajes más bonitos que he visto.
Advierto que esta ubicación está permitido el estacionamiento pero PROHIBIDA LA PERNOCTA. Para hacer noche deberemos dirigirnos al Área de Pernocta habilitada situada en el pueblo de Villafáfila. Para más información y ubicación, pincha aquí.

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