Allá vamos, después de varias horas disfrutando de las vistas del Estuario del Río Anllóns desde Punta Taboido, es el momento de alejarnos un poco de la costa y los arenales e investigar el interior de Costa da Morte.

Castro Borneiro

Llegamos a Castro de Borneiro, un poblado fortificado conocido como A Cidá o Cibdá y fue el primer castro de Galicia en ser datado con el método del Carbono 14.

Estuvo habitado entre los siglos VI a.C. y I d.C. y parece que la vida desapareció lentamente.

En el vivirían entorno a 300 o 400 personas que se dedicaban principalmente a la agricultura y ganadería.

Actualmente están escavadas las tres cuartas partes de la croa (quedando a la vista 36 construcciones), el barrio exterior algunas partes de las murallas.

Leyendas de todo tipo rodean este lugar, no olvidemos que en muchos puntos de Galicia se cree que los dólmenes y castros fueron creados por mouras, seres mitológicos gallegos que vivían bajo tierra y lanzaban sus encantamientos a las gentes, para premiarlos con riquezas o al contrario, escarmentarlos por sus actos codiciosos.

Por eso no podemos decir que las mouras fuesen malas o buenas, eran lo que tú les hacías ser.

Las leyendas hablan de pilares de oro subterráneos que unen Castro Borneiro con el Dolmen de Dombate, pero sin duda me quedo con la leyenda más peculiar en la que dos ancianas en el último paseo de una tarde cualquiera se encontraron al pasar por el castro con una gallina muy bien cuidada y sus 9 pollitos, al regresar a casa, le contaron la anécdota  a sus vecinos y divagaron sobre como iría a parar allí una gallina tan bien cuidada.

Una de las ancianas, decidió ir en medio de la noche, coger la gallina y sus polluelos y llevársela a casa pero, al llegar e ir en busca de su marido para enseñársela, en el mandil donde las había recogido solo había piedras..

Una vez saciada de leyendas y con poco más de 600 metros de ruta obviamente se merece una visita. A pocos metros de la general bajo un roble que nos ofrece su sombra amablemente encontramos un lugar para pasar el día o la noche, aunque bastante concurrido de turistas que curiosean por el castro.

Os dejo el enlace aunque no sería mi primera opción para dormir, tampoco es una negativa rotunda.

Justo a la entrada del camino nos encontramos con una fuente de agua potable donde verá a varios vecinos acudir a llenar sus garrafas.

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