Salimos de Fisterra y el apelotonamiento turístico me deja sin palabras y con mas estrés del que estoy dispuesta a asumir.
Por ello toca desplazarse a un Faro ni tan llamativo, ni tan peculiar pero las vistas que deja de Fisterra y de su Cabo agradece haber llegado hasta aquí.
A veces mejor de lejos que de tan cerca.
El Faro de Corcubión, de 1847 fue construido para proporcionar mejor orientación en los días de niebla a la entrada de la Ría de Corcubión.
El Faro de Corcubión también es conocido como Faro de Cee o de Laxe de Fora y su misión no solo es señalar la costa sino que también señaliza las Islas de Lobeiras y Carrumeiro que suponen un gran riesgo para la navegación en la entrada de la Ría.
La historia ha llevado a que uno de estos islotes, concretamente la Isla de Carrumeiro Chico haya sido rebautizada como Cementerio de los Griegos ya que ha hecho naufragar 5 barcos de esta nacionalidad a principios del S XIX.
Aunque en el Faro , el espacio es nulo para poder dormir, a pocos metros tenemos un campo de fútbol y una pequeña pista de tierra que lo rodea, en la parte de atrás encontraremos un espacio perfecto para dormir tranquilos.
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