La Rubi se aventura en la Ruta de la Plata, el corredor natural que desde tiempos inmemoriales ya era utilizado para comerciar al pueblo tartesio con el norte de la meseta en el siglo VII .

Esta también fue la ruta utilizada por las tropas romanas para avanzar hacia el Norte.

La ruta se siguió usando a lo largo de los siglos, tanto por árabes como por cristianos durante la Edad Media, para continuar después desempeñando un importante papel en la red de comunicaciones de la Península Ibérica.

Bajamos por Castilla y comienzan las llanuras y estepas. Tras salir de un paisaje que me tiene más que enamorada, Las Lagunas de Villafáfila, entramos en la comunidad de Salamanca y nos encontramos de lleno con el Embalse de Santa Teresa en Pelayos.

Bajamos a tierras charras a tierras que quizás tengan partes de corazones escondidos entre sus valles, pantanos y rincones..

El embalse de Santa Teresa, nacido de las aguas del Río Tormes da vida a los campos Charros desde la Segunda República Española.

Llegamos al embalse y nos deslumbra su belleza y la amplitud de tierras verdes . El segundo embalse más grande de España situado en la cuenca del Río Duero, solo superado por el de Riaño.

Un lugar perfecto para hacer una parada, comer, dormir, o casi vivir si me dejan.

Ciertamente casi siempre digo lo mismo.

Pero como tantos otros viajes los he hecho por el mero placer de viajar este, lo he hecho desde el corazón y con más corazón que nunca he tenido.

Comenzamos así la Ruta de la Plata, como miles de mercaderes, romanos, árabes y cualquiera que quisiera cruzar de Norte a Sur o de Sur Norte, lo han hecho desde el principio de los tiempos.

Nuevo punto al mapa que por aquí estábamos todos algo vacíos. Disfrutad y cuidad el entorno para que sigan perdurando por muchos años lugares como éstos, dispuestos para el retiro de cualquier persona con ojos, corazón y alma.

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